lunes, 20 de diciembre de 2010

Historia de la Cumbia en el Perú (IV)

La Tecnocumbia
A finales de la década anterior y a principio de esta década, el Perú se encontraba en constantes cambios económicos y sociales que afectaron directamente a la industria discográfica. Así, gradualmente las empresas grabadoras fueron desapareciendo, debido en parte a la falta de liquidez y financiamiento para procesamiento de audio en medios ópticos, que ya habían sido asimilados en otros países del continente. La única disquera que se mantuvo y se mantiene hasta hoy es “Industrias Eléctricas y Musicales Peruanas S.A.” (IEMPSA- Odeón Perú subsidiaria de la alemana Odeón), por lo que empezó la proliferación de productoras independientes con equipos de grabación limitados y de nombres menos sofisticados como “Ovnis Producciones”, “Mary Music Producciones” y “Rosita producciones” entre otras, lo cual afectó la calidad final del producto, que muy raras veces pasaba por un tratamiento profesional, más aún porque las grabaciones eran realizadas de conciertos en vivo embebiendo saludos que mandaba el público presente. No obstante, la calidad musical de la cumbia peruana a pesar de estas limitantes se mantiene.

Para las nuevas generaciones de peruanos, el momento cumbre de la cumbia en el Perú fue dado a fines de la década de 1990, con la aparición del subgénero de la cumbia mexicana llamada Tecnocumbia, que se fusionó a la cumbia peruana, con su variante argentina, además de mezclarse con ritmos brasileños en su variante selvática y con la música colombiana en su variante norteña. Esta variante tenía un carácter más juvenil y actual. Rossy War se perfiló como su mayor exponente y llegó a tener moderado éxito internacional. Otra agrupación exitosa de la época fue la “Banda Techno” de Beto Cuestas y Juan Mosto con su vocalista Claudio Morán que serían exitosos en México posteriormente, el mismo Claudio Morán graba diversos éxitos inéditos en el Perú, con Claudio Morán y su banda exclusivas para México ambos grabando para Discos Peerless al estilo tecnocumbia.

Así mismo, la cumbia se abre a más posibilidades y géneros, la fusión y la variedad prosigue y esta tendencia hacia la apertura es una de las características que más definirán al género. Así, se abandona el término “Chicha” para quedar el género definido como Cumbia peruana, quedando el término “Chicha” para representar los movimientos musicales anteriores a la década de 1990.



Se mostró la imposición de la tecnocumbia en los multitudinarios conciertos que se daban llenando coliseos de Lima y provincias, en la aparición de muchos clubs de fans en diversos lugares, en la internacionalización de grupos como Aguamarina, Armonía 10, Néctar, el Grupo 5 y las orquestas juveniles, entre otros, y por la llegada de grupos extranjeros de cumbia a hacer conciertos masivos, como los argentinos Ráfaga, Complot y La Cumbia o los bolivianos Los Rónisch, quienes llegaron incluso a cerrar con su espectáculo la edición del Festival de la Cerveza Cuzqueña del año 2000, siendo filmados por la prensa internacional, que miraba sorprendida cómo este grupo quizás desconocido en otras latitudes compartía escenario con grandes figuras de la música y hacía vibrar a los concurrentes con sus letras simples pero amenas y cargadas de sentimiento, a la vez que altamente bailables.

Quizás lo más saltante de este momento sea, sin embargo, el hecho de que la cumbia dejó de ser la música de una clase social o económica, o de un sector geográfico diferenciado, para pasar a ser el tipo de música dominante en las principales radios y canales de televisión (el canal musical limeño Uranio 15 organizaba conciertos y daba mayor importancia a la cumbia que a otros géneros entre el año 1998 y el 2002), mientras en las discotecas, las actuaciones de los colegios, las oficinas y todo tipo de lugar, gente de todos los niveles socioeconómicas escuchaban al menos algunas canciones de este tipo de música, se hacían concursos y prosperaban las disqueras.

EL DECLIVE
A finales de la década de 1990, sobreviene el declive del género; las causas son diversas. Se habló en su momento de poca evolución por parte de las nuevas composiciones y canciones, y de cierta improvisación de grupos nuevos que bajaban la calidad del producto final y que saturaba el género, pero se habló además de un cariz político: la música había sido utilizada por el expresidente peruano Alberto Fujimori en sus diversas presentaciones como candidato a la reelección y algunas de las estrellas más reconocidas se hallaban envueltas en acusaciones de diversos delitos relacionados a la corrupción. Lo cierto es que la Cumbia se confinó finalmente a las zonas populares de la capital (los conos y el centro de Lima) y a las provincias, donde siguió siendo ampliamente dominante, llegando incluso a desplazar a la música tradicional y transformándose ella misma en la música popular y tradicional de dichos sectores, especialmente en el norte peruano (Trujillo, Piura y Lambayeque) y la selva (Loreto y Ucayali) y en donde sigue contando con un fuerte arraigo musical y surgen nuevos grupos continuamente.



Muchas agrupaciones peruanas que grababan para disqueras extranjeras habían desaparecido, disminuido su popularidad, habían sido descatalogadas de disqueras peruanas ó su interpretación se basaba en tendencias desactualizadas, y debido al declive interno de la industria fonográfica, el declive externo de la cumbia peruana fue aún más patente, México que comercializaba parte del material peruano exitoso de las dos décadas anteriores ante la falta de nuevas propuestas, centra su comercialización en material de cumbia mexicana y de Argentina, así como su preferencia de Salsa, el alto definitivo de comercialización de material peruano en Norteamérica fue en gran medida por la desaparición de Discos Peerless en 2002 que posteriormente fue absorbida por Warner Brothers music (Wea Latin) en 2005 cancelando toda comercialización posterior por completo de material peruano en aquella región, el último CD editado en norteamérica relacionado con este movimiento fue el llamado “Fiebre de Tecno Cumbia con la Ola peruana” de Discos Peerless el 17 de Septiembre de 2002.

Sean cuales fueran las causas del declive del género, lo cierto es que el gran apoyo mediático que tenía la Cumbia fue haciéndose más limitado hasta casi desaparecer por completo. Así, por ejemplo, programas televisivos “La Movida de los sábados” o “El Show de Koko Giles”“, programas que se había convertido de cierta manera en referentes del género, dejan de trasmitirse.

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