domingo, 24 de octubre de 2010

La Cumbia en Argentina

La cumbia y el porro fueron ritmos introducidos por Lucho Bermúdez, quien en 1946 graba para la RCA Víctor de la Argentina 60 composiciones suyas con músicos prestados por Eduardo Armani y Eugenio Nobile. A comienzos de los años sesenta, la agrupación de Bovea y sus vallenatos, que emigró de Colombia, termina de popularizar la cumbia en Argentina, la mismo fue realizado por un mítico grupo colombiano que se nacionalizó argentino, el Cuarteto Imperial.



Uno de los pioneros locales en difundir el ritmo fue Chico Novarro quien combina la cumbia con algunos matices de música andaluz. Los Wawancó es una de las agrupaciones argentinas más famosas que han generado sendos éxitos a nivel Latinoamérica, formado en 1955 por jóvenes universitarios de distintos países de América, entre ellos su líder Mario Castellón, de Costa Rica, continúa activo en Argentina, habiendo grabado 87 discos con composiciones de gran popularidad como “La burrita”, “Santa Marta”, “La cosecha de mujeres”, “Se va el caimán”, etc., su éxito consistió principalmente en la combinación de composiciones de Loubet y Castellón así como de la inconfundible voz de Hernán Rojas. La evolución de la cumbia argentina al igual que otras, ha seguido su propio camino, sin embargo se ha dejado influenciar no sólo de la cumbia hecha en Colombia, si no de la hecha en Perú y México de las cuales se deriva una de las más recientes variaciones de la cumbia argentina de mayor extensión, la cumbia villera. Gran parte del repertorio de cumbia argentina se ha regrabado en varios países latinoamericanos.

Hoy en día la cumbia ya no es lo que era. La frase bien podría ser enunciada por algún nostálgico de cierta ortodoxia tropical que pareciera perdida para siempre. Lo cierto es que una vez superado el auge de la llamada Cumbia Villera de principios de este siglo, principalmente en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, una nueva versión de cumbia bastarda parece haberse apoderado de las pistas de baile más innovadoras. Llamémosla Cumbia Electrónica ó Cumbia Digital, esta avanzada de tropicalismo lisérgico viene ganando cada día más adeptos. Y todo parece indicarnos que, lejos de tratarse de un fenómeno pasajero, estamos ante una auténtica escena –con sus propios códigos y referentes– en pleno proceso de consolidación. Para entender como es que fue posible este grado de hibridación – en donde un género más o menos tradicional del folclore colombiano encontró compañeros de baile en el hip hop, el dub ó el dancehall – es necesario que primero intentemos realizar un breve ejercicio de historia musical.

I. En el principio fue la cumbia
Existe sin lugar a dudas un acontecimiento fundacional para lo que sería el surgimiento de la cumbia en la Argentina. En el año 1964 se instala en Buenos Aires, proveniente de Colombia, el grupo El Cuarteto Imperial. Poco tiempo después lo siguen los uruguayos de Los Wawancó. Estos grupos causan furor y rápidamente logran conquistar las preferencias de los jóvenes de sectores populares. Es importante mencionar también que estos sectores populares que poblaban (y que todavía siguen poblando) los barrios periféricos de la capital, habían llegado a Buenos Aires migrando desde sus respectivas provincias en el interior del país. Con ellos trajeron ritmos como el cuarteto en el caso de la provincia de Córdoba, ó el chamamé oriundo de la zona del Litoral. Y es precisamente del mestizaje de estos sonidos con la cumbia proveniente de Colombia que surge lo que se podría llamar Cumbia Argentina o Bailanta.

El término Bailanta viene del nombre con el que se comienza de denominar, durante la década del 70, a los rústicos galpones, usualmente adornados con luces y guirnaldas de colores, donde comienzan a bailarse estos ritmos tropicales. Paralelamente, en Argentina estaban surgiendo los primeros artistas que tocaban rock cantado en castellano. Nacía en ese momento también el denominado “Rock Nacional”. Pero no había ninguna relación entre estos mundos. Los rockeros demostraban, casi en su totalidad, un profundo desprecio por esta forma de cultura popular, de la que vivían separados –y por lo tanto, alienados– por barreras tanto de clase como mentales – y por lo tanto, ideológicas. Tendrían que pasar casi 20 años para que las cosas comenzaran a cambiar.

II. Llegando Los Monos
Si pretendemos embarcarnos en una suerte de genealogía de la Cumbia Argentina, un lugar destacado –por el aporte que hicieron a la reivindicación de esta forma musical– merece el combo “Los Auténticos Decadentes”. Formados a mediados de los años ochentas y en sintonía con sus contemporáneos “Los Fabulosos Cadillacs”, este grupo supo introducir en el circuito de rock una estética propiamente bailantera.

A principios de la década de los 90; luego de algunas experiencias bizarras como “Los Cumbiatronix”, grupo que se presentó varias veces en el show televisivo de Mario Pergollini, “La TV Ataca”, y que por esos años compartía escenacios del under porteño con Daniel Melero y unos jovencísimos Babasónicos; surge la agrupación de combat rock Las Manos de Filippi . “Las Manos” desconcierta al público rockero al presentar en sus shows del período 1992-93 el tema Himno al Cucumelo una poderosísima cumbia que le rinde homenaje a las cualidades psicodélicas del hongo Psilocybe cubensis. Quién no recuerda su estribillo: “Ojalá que llueva, que crezca el Cucumelo”... Años más tarde, este tema sería versionado por un popular cantante cuartetero, el cordobés Rodrigo, convirtiendose así en un hit de todas las radios de música tropical. Entusiasmados con su veta cumbianchera, Las Manos de Filippi deciden crear su propia orquesta tropical, dándole vida a su banda paralela Agrupación Mamanis. Con esta formación editan en el año 1996 el que hasta el momento es su único disco, Reir por no llorar. Primer disco de cumbia interpretado por músicos de rock, significó un quiebre importante en la relación entre estos dos mundos musicales que parecían divorciados.

Otro de los músicos alejados de la “movida tropical” -pero más alejado aún de los prejuicios de la mayoría de los rockeros autóctonos– que supo valorizar la cumbia fue Manu Chao. Durante una visita que realizara a la ciudad de Buenos Aires, en 1994, para promocionar el disco de Mano Negra, Casa Babylon, declaró en una entrevista al diario Página 12 que “El futuro esta en las bailantas”. Visionario o no, en todo caso fue él quien años más tarde grabó una canción nada mas y nada menos que con el llamado “James Brown cordobés”, el rey del cuarteto Carlos “la Mona” Jiménez.

III. Los Parraleños y su Kumbia Zamurai
En los albores del nuevo milenio, y algunos meses antes de la explosión de la Cumbia Villera, se escribía uno de los capítulos más originalmente bizarros del rescate cumbianchero. Una banda compuesta por descendientes de japoneses que se hacían llamar Los Parraleños -conformada por integrantes de Los Tintoreros, Simbiosis, Rip entre otras agrupaciones- consiguió que sus temas sonaran en las principales radios del país y colocar sus videos en rotación televisiva gracias una combinación disparatada de elementos: estética heavy metal, parodias a canciones del repertorio pop más mainstream y un prolijo sonido bailantero. El resultado ellos lo auto definieron como “kumbia zamurai”.

IV. Los Dueños del Pabellón
Transcurría el año 2000 y el inicio del nuevo milenio no encontró a los argentinos unidos sino dominados. El país atravesaba la peor de sus crisis económicas. El proceso de desmantelamiento del llamado “Estado de Bienestar”, que se había iniciado durante la última dictadura militar y que se profundizó monumentalmente durante los años 90, dejó a amplios sectores de la población en la miseria, y arrastró a la clase trabajadora en una pendiente de extrema pobreza y marginalidad. En este contexto, surgen los nuevos grupos de Cumbia Villera que no demoran en conseguir éxitos de convocatoria en los sectores populares y expresiones de repudio y pánico por parte de las clases medias y los medios de comunicación de masas. Sus principales exponentes son: la agrupación liderada por Pablo Lescano (auténtico padrino de la escena) Damas Gratis, Flor de Piedra y los Pibes Chorros. Para el ó la lector/a no familiarizado/a con este género, se podría decir que la cumbia villera fué (ó es) a la música tropical argentina lo que el gansta rap al hip hop norteamericano. Músicos del guetto cantándole a la vida en el guetto. Letras explícitas que hablan de robos a mano armada, de la vida dentro de la cárcel, de drogas y sexo. Puro estilo hardcore. En cuanto a lo musical, las bases de hacen más densas, a veces rozando cierto minimalismo que no casualmente las emparientan con sonidos provenientes del dub jamaiquino. Los teclados pasan a ocupar un lugar predominante en el nuevo “sonido villero” y se tiende hacia un tipo de composición cada vez mas orientado hacia la experimentación con herramientas digitales en el estudio de grabación.

Por eso no es de sorprender, aunque sí sorprendió a muchos desprevenidos, la colaboración del ex “Todos Tus Muertos” Fidel Nadal en varios temas de “Damas Gratis”. Y la posterior presentación de Pablo Lescano (¿el Lee Perry de la cumbia villera?) en varios escenarios acompañando al cantante rastafari. Luego del boom que experimentó la movida durante los primeros años de esta década, muchas de las bandas, que en su mayoría no aportaron nada nuevo y se limitaron a copiar hasta el hartazgo a los tres referentes mas importantes mencionados mas arriba, se esfumaron tan súbitamente como habían surgido.

V. La Cumbia del Gringo
“Dick el Demasiado” desembarco en Buenos Aires durante el 2003 con la idea de organizar el primer festival de cumbia experimental, al que bautizó como Festicumex. Fue el primer festival que realmente existió, luego de un Festicumex simulado en Honduras que le sirvió para justificar un subsidio y poder financiar un sitio web donde colgar el material en el que venía trabajando pero que nunca había presentado en vivo. Esos temas lunáticos como uno llamado negrito ó Mickey Mouse se venga de su creador, incluidos en su disco debut “No nos dejamos afeitar”. Ahora afincado en la capital argentina, Dick el Demasiado se ha convertido en los últimos años en un referente para la nueva generación de DJ, músicos y productores de la emergente movida de cumbia digital.

Otro europeo apasionado de la cumbia es el alemán Uwe Schmidt, más conocido como Señor Coconut. El cambio de siglo lo encontró en Santiago de Chile, donde comenzó a familiarizarse con los ritmos bailables latinoamericanos. Autor del tema Electrolatino, hoy en día devenido en prácticamente un clásico del género, llegó a grabar una versión cumbianchera de "Trans Europe Express", para el disco en el que rinde tributo en clave de música tropical, al grupo pionero de la electrónica Kraftwerk.



VI. La cumbia digital y el nuevo sonido argentino
Al parecer, el Festicumex sirvió como catalizador para una serie de músicos con ganas de investigar por lo senderos menos transitados de la cumbia. En los ultimos años han surgido en Buenos Aires y otras importantes ciudades de la Argentina cantidad de propuestas que intentan un acercamiento poco convencional a la música tropical. Cómo decíamos antes, llamémosla Cumbia Digital ó Cumbia Electrónica ó incluso Cumbia dub, se trata la mayoría de los casos de una aproximación despojada de muchos de los prejucios de la, muchas veces, demasiado ortodoxa cultura rocker local. A excepción de las Kumbia Queers , ahora son los Djs, formados en su mayoría en la voraz y omnívora escuela del hip hop, los que se ubican a la vanguardia de este movimiento – da lo mismo si estamos frente una experiencia organizada y con su respectiva coherencia interna ó no. No es eso lo que nos ocupa, sino el el propio e innegable dinamismo de lo que se viene desarrollando. Sonido Martines, El Hijo de la Cumbia, El Trip Selector, Zurita, El Remolón y Bailanta Multitudo son algunos de los nombres a tener en cuenta. Varios de ellos han participado del compilado Cumbia Digital Vol. 1 editado por Zizek Records.



Zizek es, además del apellido del filósofo de donde toma su nombre, un club de urban beats en Buenos Aires. Una cita semanal con uno de los laboratorios de baile más interesantes de la ciudad. Sus mentores son el DJ y productor Villa Diamante, quien además se ha hecho de un nombre dentro de la escena local en base a su pasión por el mash-up y el pop bastardo, y el californiano Oro11. Actualmente se encuentran comandando el Zizek Summer Tour. Una gira por Norteamérica que lo llevará, junto con artístas ya emblemáticos que han pasado por el ciclo como Chancha Vía Circuito, Fauna y G-Love, por varias ciudades de México, los Estados Unidos y Canadá.

Otros que también andan experimentando con la cumbia son los integrantes de la crew Army of Dub, Lucas Luisao y Daleduro. Este último incluso a decidido llevar las cosas aún mas allá y crear la cumbiastep, original híbrido a mitad de camino entre la cumbia litoraleña de un grupo como Los Palmeras y el sonido futurista del dubstep.


Referencias:
Manu Palacios, en Newton Las Pelotas.
Wikipedia

2 comentarios:

  1. Que buen articulo!! Super interesante..y muy bien dateado..
    si de algo puedo ayudar, en el blog generation bass pueden buscar en el cuadro search la palabra villera y ahi encontraran desde los pibes chorros o mamanis hasta lo nuevo de zzk o emayo cutz (emiliano el hijo de la cumbia)

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  2. muy buen articulo, me parece que entre las nuevos sonidos tambien habria que agregar a Kumbia Queers, Los Labios y Fantasma

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